Amo a mis abejas melíferas y me intriga su enorme inteligencia. Los apicultores son igualmente fascinantes, aunque por distintas razones. Cuando se trata de amigos extravagantes y estilos de vida extraños, los apicultores se llevan la palma. Aquí hay diez de mis publicaciones favoritas sobre apicultores y su letanía de preocupaciones.
Adentro: Las abejas melíferas brindan interminables horas de entretenimiento, pero también lo hacen los apicultores. Aquí hay 10 de mis publicaciones favoritas sobre apicultores y las cosas que hacen.
Para ser apicultor, debe compartir su espacio personal con los insectos y debe estar dispuesto a que lo piquen, a veces repetidamente. Además, debe estar de acuerdo con verse mal, oler mal y estar constantemente pegajoso.
Tendrás momentos en los que te asarás con tu traje de abeja, o te congelarás en él, y días en los que te sentirás abrumado por el aroma de la feromona de alarma o el peso aplastante de un alza de miel.
Habrá días en los que actuará y se sentirá torpe y días en los que partes de su anatomía estarán enrojecidas, hinchadas y con comezón. Habrá días en que tus amigos huyan de ti o se nieguen a sentarse cerca de ti, incluso si estás comprando el almuerzo.
Tendrás días de tristeza, y días de alegría extrema, todo causado por insectos. La mayoría de la gente nunca entenderá tu vínculo con algo tan cascarrabias como una abeja, y mucho menos con miles de ellas.
A veces me pregunto qué me mantiene escribiendo publicaciones después de todos estos años, pero me doy cuenta de que solo en parte son las abejas. El resto se lo debemos a los miles de apicultores que han compartido los altibajos, los fracasos y los triunfos de sus días apícolas. A ti te debo las gracias por tantos momentos felices e instructivos.
Espero que disfrutes de estas publicaciones sobre apicultores, aunque no sean personas normales.